5 de enero de 2012

Facebook: soledad, inseguridad, y como siempre... algo de sexo.

Facebook de la noche a la mañana se volvió vital. ¿Vital porque sin él no hay vida? Exacto. De alguna manera u otra, Facebook logró dar vida de una manera más trascendental que sus antepasados más anticuados. Hoy tengo en Facebook a muchos amigos, sí. Tengo mucha gente que apenas veo en mi vida, tengo mucha gente que jamás vi, tengo otros cuantos que ví una vez y que nunca los volví a ver.

Se me vuelve un poco compulsivo borrar gente de Facebook. De una manera u otra, pienso que si lo hago, esa persona creerá que estoy enojado por algo, o no.

Facebook para mí y en mi vida, se aparece como un ícono del concepto de aferrarse. Obviamente aferrarse a las personas en este caso. Si te tengo en Facebook y puedo ver qué canciones te gustan, qué hiciste el fin de semana pasado, si estás de novio o si no, sería la fórmula perfecta para no perder el contacto con vos. Para saber que aún estás ahí, que no te moriste. Facebook genera esa ilusión de que esa gente me importa.

Me siento solo, entonces Facebook se encarga de darme buenos motivos para seguir teniéndolo. Sin lugar a dudas, tener una cuenta en Facebook me asegura el cielo de la pertenencia. Un evento maravilloso al que todos asistirán se publica. ¿Y saben qué? Nadie se acordó de hacérmelo saber. Y me lo perdí. Nadie quiere eso realmente ¿No?

Tal vez si le doy algunos likes a las fotos de esta mina, sea suficiente para encamarmela. ¿No? Bueno, no. Pero la publicidad de Claro, tiene a una simpática norteamericana de prudente cabellera amarilla, con una sonrisa de pastillas junto a un hermoso cartel: “histeriqueas mandando un toque”

¿Soledad?

soledad.
 (Del lat. solĭtas, -ātis).
1. f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
2. f. Lugar desierto, o tierra no habitada.
3. f. Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo.

¿Tratamiento?
Más Facebook. No veo por qué no.

Una vez que me puse de novio, ya soluciono eso creo yo. No podes decir que no. Ponerse de novio siempre soluciona absolutamente todo. Bueno, tal vez no tiene que ser mi novia pero... titulos nomás.

Digo, puedo tener alguien a quien le importe tanto que dejaría de necesitar andar revoloteando estupideces ajenas por ahí. Podría tener sexo. Podría ser genial.

Ah, sí ¿Cómo olvidarlo? También está eso de compartir información, cosas que a mis amigos le parecen trascendentes tal vez para mí también lo sean, algo me puedo estar perdiendo realmente.

No, no, ese tema si que no tocaremos. No vale la pena siquiera entrar en el tema de la popularidad, la búsqueda natural del poder, del control a través de la influencia, llamar la atención, que alguien sepa que existo, importarle a alguien. En resumen, decir una sarta de idioteces los suficientemente grande como para que la gente más imbecil que yo, me note. Y naturalmente, unas cuantas más, mejor dicho, una enorme sarta de idioteces profundamente relevantes.

Después de todo, ¿Qué tanto puede afectar y modificar mi vida una estúpida página de internet?

1 comentario:

Evadne Blackrose™ dijo...

Excelente post, somos muchos en la misma.
Me recuerda aquello de "es tan cierto, que no sirve de nada".
Te sigo desde ya.

Saludos,
Eva.