26 de julio de 2012

Contradicciones #1

Es tan extraña esa sensación. Las emociones y los sentimientos, por su naturaleza cambiante, tienden, junto a la energía vital propia de nuestros cuerpos, a ascender y descender en sus intensidades y volúmenes con mucha fuerza, ímpetu y frecuencia. Indiferente al motivo, es junto con esas revoluciones, que todo en nosotros se re-estructura en situación.

Como un entramado de sensaciones, emociones reconfigurándose a cada instante, así percibimos nuestro mundo interno y nuestro mundo externo. Las distintas formas de percibir esos mundos, revelarán según su disposición y características, nada más ni nada menos, cómo nos estamos sintiendo en un momento dado.

Desestructurando el concepto de 'lo bueno y lo malo', nuestras emociones están en pos de diferentes objetivos, explícitos e implícitos para nuestro consciente e inconsciente. Es en base a ellos, que lo agradable o desagradable ó placentero y displacentero se manifiesta.

El tiempo junto a las experiencias que atravesamos nos demuestran de forma grafica-vivencial las diferentes reacciones y maneras de pensar, propias de cada sujeto. Es así entonces, como con el pasar del tiempo, nos vemos a nosotros mismos y a los que nos rodean, ofuscados en dificultades y opresiones. Nos vemos enfrentando obstáculos constantes en relación a nuestra autoestima, a nuestra propia valoración por lo que pensamos. Inclusive nuestra preciada liviandad a la hora de expresarnos se ve disminuida cuando nuestra energía reposa en lo bajo. Sin embargo, pequeños eventos pueden volvernos emocionalmente fuertes (no confundir con endurecerse) a tal punto de llenar todo nuestro interior con una energía generada a partir de entendernos y sentir que estamos completándonos haciendo lo que sentimos.

Es así como los opuestos juegan en sus delgadas líneas, llevándonos de aquí para allá, esclavos de la tormenta. La contradicción no resuelve de un lado jamás. Sabemos que los extremos son tangentes de un solo punto; se los cruza una vez y se sigue, no se detiene uno ahí. La dialéctica de esa contradicción y nuestra manera de abordarla, parecería dar por consecuencia, el nivel de control que tendrá cada uno de lo anteriormente hablado.

Es tan extraña esa sensación de tener y no tener ese control.

1 comentario:

Gaby... dijo...

Hubo un tiempo en mi vida que sólo me manejaba por la razón, los sentimientos tienden a confundir, llevar una coraza, hacia más liviano el camino.
De un tiempo a esta parte, los sentimientos fueron ganando terreno... y no me gusta, siento que me pone en una posición "débil", llevándome como vos decís " a esa extraña sensación de tener y no tener control". No sé, espero que se entienda lo que quiero decir.